La música de los 50 no está muerta, solo necesita sangre nueva. Alba Blanco, la líder del power trio La Perra Blanco sabe muy bien que el rock debe ser sinónimo de energía. Esta banda con proyección internacional tiene un nuevo EP, ‘Bop & Shake’.
Formaste parte de otras bandas hasta que te diste cuenta de que no era eso lo que querías, ¿por qué? ¿Tenías interés en crear tu propio proyecto o no podías tocar la música que más te gustaba? Un poco de las dos cosas. Yo soy de La Línea de la Concepción y aquí es complicado montar una banda del género americano, que es el que a mí me gusta. Estuve en otras formaciones, pero a mí me interesa componer, tenía bastantes ideas y me gusta ser un componente bastante activo de la banda. Alguna vez también me he encontrado con comportamientos un poco machistas en algunas bandas de tíos que, por ser mujer, te dejan un poco de lado. Así que entre una cosa y otra me dije “¡A tomar por saco! Me voy a montar mi propio proyecto y aquí se va a hacer lo que yo diga”. Y así fue la cosa (risas).
El hecho de que tus padres formaran parte de la banda Los destrozamitos, ¿fue determinante en que te dedicaras a la música? Yo he vivido todo eso de bastante cerca. A mí personalmente no me han enseñado a tocar la guitarra ni a cantar pero cuando era pequeña mi madre daba clases de piano en la casa, mi padre me llevaba siempre a los ensayos de su banda…He vivido siempre la música en mi casa.
A pesar de que sois una banda bastante reciente ya habéis tenido varias formaciones. Sí, ahora tengo de contrabajista a Guille (González) y en la batería a Jesús López. Son grandes profesionales, están bastante demandados y no lo digo porque toquen conmigo.
En una entrevista en inglés comentabas que solo escuchas música de los años sesenta o anterior y que la actual te pone en estado de shock. Entonces, ¿no podemos esperar ningún tipo de fusión en la música de La Perra Blanco? La verdad es que lo dudo bastante. El rock and roll o el country que se hacen actualmente sí los puedo escuchar, lo que no me atraen son los géneros que se han desarrollado después. No es que yo me cierre. Yo empecé tocando la guitarra en una banda de heavy metal y me interesaba la música de los 90. Empecé a ir para atrás y tuve una época en la que fui fan de lo que se hacía en los 80, pero seguí retrocediendo hasta que encontré lo que me gusta ahora. Una vez que ya sabes lo que buscas, para qué vas a cambiar (risas). He escuchado también rockabilly de otros años pero realmente lo que más me gusta es todo lo que se hizo entre los 40 y finales de los 50. Dentro de eso puedo escuchar cualquier género: jazz, rockabilly, rhythm and blues, etc. Y hay tanto de eso que no he escuchado que hasta que no lo complete todo no voy a ponerme a oír otras cosa
También sueles comentar que la música rockabilly se asocia a algo muy antiguo , pero también parece que tiene un público fiel que a menudo se refleja también en un aspecto y en un modo de vida.Sí, pero el público fiel se está muriendo porque son señores de más de sesenta años. Es ley de vida…Pero bueno, yo quiero creer que esto son modas y que al final todo vuelve. En España no se ve mucho pero en Inglaterra sí que he visto a chavales que están muy metidos en todo esto de la música rock y que son más jóvenes que yo. Cuando tú ves un vídeo de un concierto original de Little Richard o Jerry Lee Lewis te encuentras una energía diferente. No es lo mismo tener quince o dieciséis años que cuarenta. Acostumbrada a ver vídeos y documentales, me llevé una decepción la primera vez que fui a un festival de rock y eran todo viejos sentados en sillas. Para mí el rock and roll no puede ser eso, un señor con muletas que no se puede levantar… Me supuso tal shock que fue entonces cuando decidí montar mi banda.
Precisamente vuestros bolos destacan por su energía. Claro, evidentemente el rock es un sonido y aunque lo toque alguien muy mayor puede estar muy bien interpretado, pero también es una actitud. Si falta eso ya no es rock, es algo que algún día fue rock and roll, pero ya no lo es (Risas).
A la hora de componer, aunque no sea tu cultura más cercana, ¿te resulta fácil convertir tus experiencias personales al lenguaje del rock and roll? Porque varias de tus letras hacen alusión a situaciones o anécdotas de tu vida. La gran mayoría. El idioma no me supone ningún problema porque las letras del rock and roll son en realidad bastantes simples. No me voy a poner a contarte un poema de Shakespeare. Alguna vez tengo que corregir alguna cosa a posteriori pero muchas veces ni eso.
“El rock es un sonido y puede estar muy bien interpretado, pero también es una actitud. Si falta eso ya no es rock, es algo que algún día fue rock and roll, pero ya no lo es”.
Aparte de vuestro disco debut, ‘Bop & Shake’ tenéis un EP bastante reciente, de septiembre de 2021. Eso tiene que ver con el sello Hot45, que lo llevan Iñaki López y Marcos Sendarrubias. Ellos siempre graban EPs de unos cuatro temas. Nos lo propusieron ellos y la verdad es que me ha gustado bastante ese formato porque soy bastante exigente con la composición y esto me permite sacar otro disco y dedicarle más tiempo a cada canción.
Aunque sean pocos temas, hay casi más variación que en los de ‘Bop & Shake’, con toques country en pistas como ‘Dream’ y ‘Bury Me’. Sí. La verdad es que mi idea ha variado bastante. A mí me encanta el boogie woogie, y por mí estaría tocando siempre ese tipo de música, pero en España es un poco difícil especializarse solo en eso, así que como también me gustan el country y otros estilos, para el nuevo EP ya me he planteado hacer algo que luego podamos reproducir en directo. El ‘Bop & Shake’ también lo tocamos pero no es igual en directo porque no llevamos el piano. Dentro de esta música me gustan tanto el lado blanco –el country– como el lado negro –rhythm and blues, etc.- así que puedo tirar por cualquiera de los dos estilos. De hecho en el siguiente disco tiraré un poco más hacia la música negra.
¿Cómo está funcionando la propuesta a nivel internacional? Ahora está complicado por el tema del Covid. En septiembre estuve tocando en Inglaterra. Este año también iremos a Francia y no podremos hacer mucho más fuera de España. Por el Covid hemos perdido algunas fechas que teníamos en Alemania y Estados Unidos. Varias cosillas pero me lo tomo con paciencia porque creo que con el tipo de música que tocamos podemos tener bastante proyección internacional.
¿Tenéis giras muy intensas? En 2021 hemos tocado en cincuenta y pico sitios, lo cual no está nada mal, teniendo en cuenta la situación actual con el Covid.
Hace unos años hubo diversas críticas con respecto a la escasa presencia femenina en diversos festivales de rock, entre ellos alguno en el País Vasco. Desde entonces los carteles se han diversificado un poco. ¿Puede ser que estos prejuicios provengan a veces de una parte del público? Puede ser. Yo no quiero entrar en guerrillas ni me gusta discutir pero sí que trato de remarcar en mi proyecto que yo soy la que compone porque me ha costado mucho llegar ahí. Me gusta remarcar en mis letras que soy una mujer, por ejemplo, cuando hablo de relaciones: me gusta que sea una mujer hablando sobre hombres. La música sigue siendo un mundo de hombres. Cuando trato con promotores, con músicos, encargados de salas… puedo contar con los dedos de una mano las mujeres que hay.
También me ha sorprendido que no os dejaran tocar en un festival alemán porque llevaras rastas. Estuve en una fiesta de cumpleaños de un amigo y acudió a ella un promotor alemán. Yo subí a tocar un par de temas sabiendo que estaba él allí. Eso fue al comienzo cuando yo aún estaba empezando. Yo vi que estuvo bailando, que se lo pasó muy bien y al otro día le pregunté a mi amigo si le habíamos gustado. Me dijo que sí, pero que no nos podía llevar por las pintas que yo tenía. Le contesté que le dijera de mi parte que era un gilipollas (risas). Si no te gusta la banda yo lo entiendo perfectamente, pero que te guste la música y no me cojas por el aspecto…Es lo que tiene este mundillo a veces, es un poco superficial. También es una cosa un poco clasista porque tú puedes no tener dinero para comprarte esa ropa al estilo de los cincuenta. Eso me da un poco de coraje. Hay gente que acude a un festival de música y no va a disfrutar sino a lucir el dinero que se han gastado en la ropa. Se cambian tres o cuatro veces, en lugar de ir a emborracharse y a pasárselo bien con los colegas. Es hora de ir abriendo un poco las cosas, también con el tema del machismo. Que esta música venga de los años cincuenta no significa que en esos aspectos tengamos que reproducir los esquemas de aquella época.
¿Qué os une a los Mambo Jambo? Uno de los integrantes de los Mambo Jambo, Dani Nel.lo, tocó el saxo en un par de temas en mi primer disco. Texto de Roberto González. Fotografías de Alba Blanco y Lorena Watt.
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