La Perra Blanco. Rock y catarsis, en su Línea
Un veloz ‘Fingerpicking’ y una puesta en escena enérgica y desenfadada han hecho que la linense Alba Blanco se suba a escenarios de media Europa
(Interior, noche) “Buenas tardes a todos, somos ‘La Perra Blanco Trío’, yo soy La Perra. Blanco, mi apellido, y el trío somos todos (risas del público). Vengo desde la Línea de la Concepción, Cádiz, ciudad de hachís, del narcotráfico y de la inmigración ilegal, una maravilla, Marida D’Or. Vamos a tocar algo de Rock and Roll, y os voy a contar las maravillosas historias de los temas que voy a tocar, no vais a saber si estáis en un monólogo o en concierto (más risas del público). La canción que viene ahora se llama ‘It’s fun but it’s wrong’, está en mi primer LP, Bop & Shake, y habla un poco sobre lo que a mí me gusta en la vida: es divertido, pero no es correcto”. Acto seguido, frenetismo eléctrico. Y así, empieza un bolo de Alba Blanco.
El axioma popular machadiano aquel, que dice así: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” hay que asumirlo como verdad natural. A estas alturas de la existencia, poca oposición argumentaria se le puede hacer. El camino para Alba Blanco consta de mucha carretera, de idas (con sus venidas) a Gibraltar sin contar la mayoría de edad y con la guitarra colgada al hombro, práctica y más práctica de Fingerpicking (estilo de tocar la guitarra) para soltar la mano derecha, callos en las yemas de los dedos de la mano izquierda, Chet Atkins y Carl Perkins y, fundamentalmente, un deseo natural de querer decir cosas a través de Rock&Roll. Todo lo anterior, mezclado al buen ritmo del compás, traen hoy a ‘La Perra Blanco’.
El Rock&Roll y sus múltiples variantes, subgéneros y formas poco entiende de fronteras. El género, edad, raza y otras divisiones que el ser humano se empeña en categorizar para que todo esté bien ordenado y estructurado no encaja con la perspectiva vital de este estilo musical, que le pregunten a Little Richard o a Chuck Berry. Si los viejos rockeros nunca mueren, menos los hacen los nuevos: “Me dedico a la música profesionalmente desde hace un par de años (ahora cuenta 27). Monté este proyecto (‘La Perra Blanco Trío’) con 21 años, las personas de mi edad no se dedican a la música de la manera en la que yo lo hago, y menos a este tipo de música, que es para gente ‘vieja’, una música olvidada, como el que dice…”.
Bien es cierto que en la provincia de Cádiz, en Rota, la base americana ha tenido algo de responsabilidad en que algunos sonidos se dieran a conocer en España, y otros objetos de contrabando. Más allá de la Bahía de Cádiz, si se recorre la costa atlántica, si se pasa Tarifa, que marca la linde de los océanos y los mares, se sigue por Algeciras con su idiosincrasia se llega a la roca gibraltareña, que, también ha tenido su influencia, y otros objetos de contrabando. “Igual que Rota, Gibraltar ha tenido su influencia, la primera banda de Rock&Roll de España, más bien de Twist, es de la Línea (‘The Rocking Boys’) y mucha gente ni siquiera lo sabe.”
“Cuando empecé a tocar la guitarra no había mucha gente alrededor que compartiera mis gustos y cogí muchas tablas en los escenarios de Gibraltar tocando. Estuve dos años yendo a tocar jueves y domingo a una ‘jam session’ con señores de setenta años que tocaban blues y eso era para verlo. Recuerdo el primer día que entré allí, de ilegal porque era menor de edad, me vieron los viejos con la guitarra y mi pinta y se rieron de mí. A última hora ya estaba super entregada y cogí un montón de manejo, Gibraltar a mí me ha influido mucho. La Línea es una cosa muy especial, si no tuviera Gibraltar, sería otro pueblo de Cádiz.”
La Perra Blanco ha publicado un Lp (‘Long Play’. Un disco para que ustedes lo entiendan) ‘Bop & Shake’ y dos Ep (uno de ellos aún no se puede escuchar), da una buena cantidad de conciertos junto a sus compañeros de fatigas (Guillermo González, contrabajista, y Jesús López, batería), pero, a pesar de esta trayectoria hay algo que le “da coraje”: “Tocamos en un montón de sitios, en circuitos de Rockabilly y estamos entrando en otros. Estoy muy contenta de que gente que nunca ha escuchado Rock and Roll venga a nuestros bolos y que gracias a ellos conozcan a Little Richard o a Carl Perkins. Americanos que flipan me dicen que soy la representante su música en España. Somos una banda internacional, pero es una cosa muy triste, que yo toque, en Francia, Inglaterra, Austria, por toda España, nos llama el Ayuntamiento de Bilbao y Madrid para tocar, pero, que yo quiera tocar en la Línea y el Ayuntamiento me diga que no, me da coraje.”
(Interior, noche) “Bueno, vamos a tocar una canción que habla de la regla (se escucha un ¡Bieeeeeeen! desde el público). Está en mi primer álbum que se llama Bop & Shake, que habla de una ocasión en la que me introduje en un periodo de abstinencia sexual que se prolongó durante un año y medio. Lo empecé porque estaba harta de los hombres. Se pasó mal. La canción dice: estoy buscando a un hombre y sé que es bueno para mí.”
Retomando el asunto del camino, o de la carretera, no se si saben que las hay de muchos tipos. Hay autovías, autopistas con sus peajes, comarcales, largas, cortas, algunas sin salida y otras hasta metafóricas. Sobre ellas se escucha y oye mucho decir a algunos mayores que las de hoy no son como las de antes, y lo dicen con cierta nostalgia en la mirada mientras miran al horizonte. En efecto, nada es como antes. Bueno estaría que lo fuera.
Sobre carreteras sabe mucho Alba Blanco: “Es dura. Es muy importante ir con gente que quieras y con la que te lleves bien, los chicos son fantásticos, el compañerismo y que la gente se cuide es importante. Es muy duro, pero luego se disfruta, es una cosa muy rara. Tiene partes negativas, pero también es la forma de verlo, por ejemplo, si te dices ‘hostia, diez horas en un coche’ y vas pensando en que es una lata, te vas a joder, pero si piensas que en cuanto llegues te lo vas a pasar de puta madre… Si te gusta la música, te gusta ver a la gente disfrutar con lo que haces. Tengo una responsabilidad con el público, tengo que hacerlo lo mejor que pueda, te entregas a la gente y te olvidas de ti, de lo cansada que estás.”
Alba Blanco encontró en el Rockabilly y en el Rock and Roll, y en su fuerza y electricidad, una manera de expresarse en la que no son necesarias las palabras (no todo puede decirse con ellas. Bendito lenguaje.), y a pesar de la oposición de sus padres a que se dedicara a la música, halló un vehículo a través del cual canalizar sus emociones y llevarlas a la catarsis: “Para mí es eso en lo que se basa el arte. Un artista es quien experimenta las emociones y está dispuesto a decir: me pasa esto y aquí lo estoy contando.”
“Se produce una transformación de mis penas. Por ejemplo, escribo una canción de un momento en el que estaba hecha polvo, sobre una relación que fue una mierda y lo pasé mal, pues lo transformo, lo toco encima de un boogie de rock and roll, la gente lo baila y se lo pasa estupendamente. Por eso me gusta tanto la creatividad y el arte, por la capacidad transformadora de un sentimiento de mierda en algo totalmente diferente y, además, la gente lo va a entender, y no solo eso, lo va a disfrutar. A mí me hace ver las cosas de otra manera, te das cuenta de lo que son las perspectivas, he sentido esto de esta manera, pero si lo expreso de esta, me siento mejor. Es muy bonito que lances una idea negativa y vuelva a ti como algo positivo porque ves a la gente pasárselo bien y dices: ‘están bailando sobre mis penas’ (risas). Que de puta madre…”
(Interior, noche) “Esta canción que sigue ahora ‘My teeth are falling’ está en mi último Ep, y dice así: De noche se me caen los dientes, de día se me caen las lágrimas, y desde que tú te fuiste, soy un desastre (Alba Blanco hace el símbolo del corazón con las manos, el público emite un ‘Oooooh’ y ella responde con una carcajada antes de precipitarse a tocar su guitarra con un animado ritmo).
“Sinceramente siento que siempre hay algo que ha estado dentro, uno se tiene que dar cuenta y ser consciente de ello y mostrarlo abiertamente al mundo. Siempre me ha gustado la música, la guitarra, empecé a tocar con catorce años y siempre he tenido la aspiración de subirme a un escenario y que la gente disfrute conmigo y transmitir mis emociones, a través de la música.”
La música, y el Rock and Roll en concreto, tiene una gran facilidad para crear mitos místicos: que si el club de los 27 (todas esas estrellas que murieron con esa edad), que si los Rolling Stones se hacen transfusiones de sangre en Suiza (no probado), que si las fiestas con enanos y bandejas de estupefacciones de Freddie Mercury… “La gente me ve en el escenario haciendo el burro pero también me gusta estar tranquila. Después de los fines de semana dando bolos, cuando llego a casa no quiero saber nada y, o me voy a la playa o me quedo en la casa tocando. Vivir en equilibrio, tiene que haberlo. Yo no pretendo ser una artista a la antigua, de los de sexo, drogas y Rock and roll, para mí personalmente no existe, eso es una ‘chalaura’”.
Alba Blanco, catarsis a ritmo de corcheas y mucho Rock and Roll en su Línea.28
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